La Edad Adulta
El trabajo, la casa, los niños, las actividades sociales, las preocupaciones…. muchas personas sufren de estrés.
El estrés puede ser Físico: accidentes, movimientos repetitivos, trabajo físico;
Emocional: preocupaciones, la familia, los hijos, la pareja, la economía;
también puede ser Químico: demasiada cafeína, azúcar, tabaco, mala alimentación.
El estrés crónico puede llevarte a padecer de insomnio, ansiedad, depresión, trastornos de la alimentación, problemas intestinales.
Independientemente de lo que lo cause, sus efectos son muy nocivos para nuestro sistema nervioso. Según la Organización Mundial de la Salud OMS, la salud consiste en un “completo estado de bienestar físico, mental y social, y no meramente la ausencia de enfermedad o incapacidad”.
Abordar la salud desde el punto de vista HOLÍSTICO implica los siguientes factores:
Hábitos de vida sanos (alimentación, sueño, ejercicio físico, control del estrés)
La salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino que prioriza el bienestar.
El cuerpo humano es un TODO, por lo tanto un solo componente que no esté en equilibrio afecta a la salud del resto.
La quiropráctica defiende la importancia del sistema nervioso a la hora de regular las funciones del cuerpo para que ese TODO funcione de forma óptima.